"No, hoy no quiero ir al cole", pero mi madre no parecía oirme. ¡Venga va levantate que has de ir al cole!
A regañadientes salía de la cama, me vestía y me tomaba el desayuno. Todavía tenía que ir a buscar el pan y que mi madre me preparara el bocadillo.
Con la cartera llena de libros, el bocadillo y los deberes a medias, salía a toda prisa hacia el cole porque, como casi siempre, llegaba tarde.
Era el recorrido de cada día y como cada día la tienda de legumbres, la baquería, la panadería, la plaza de los Pirineos, el cine Romero eran testigos de mis prisas.
Por el camino me encontraba a algún compañero de viaje que como yo, teníamos el mismo destino. Era justo al cruzar la Rambla Catalana que desde la esquina ya se vislumbraba la multitud bulliciosa delante de la puerta, de la entrada de la Academia Cultura.
.... ¿lo continuas tú? ....
A regañadientes salía de la cama, me vestía y me tomaba el desayuno. Todavía tenía que ir a buscar el pan y que mi madre me preparara el bocadillo.
Con la cartera llena de libros, el bocadillo y los deberes a medias, salía a toda prisa hacia el cole porque, como casi siempre, llegaba tarde.
Era el recorrido de cada día y como cada día la tienda de legumbres, la baquería, la panadería, la plaza de los Pirineos, el cine Romero eran testigos de mis prisas.
Por el camino me encontraba a algún compañero de viaje que como yo, teníamos el mismo destino. Era justo al cruzar la Rambla Catalana que desde la esquina ya se vislumbraba la multitud bulliciosa delante de la puerta, de la entrada de la Academia Cultura.
.... ¿lo continuas tú? ....
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