Podías levantar la mano para prestarte voluntario para vigilar y apuntar en la pizarra a los compañeros y compañeras que hablaban.
No podías negarte a apuntar a quienes hablasen, sin que ipso facto te cruzasen la cara de un soberano guantazo.
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desde el punto de vista de los alumnos
el que apunta = desertor
podíamos ayudar a los profesores y contribuír a que no se necesitase de nadie que acusase a los que hablan, más no lo hacemos
los guantazos están prohibidos y los alumnos (a mal educados o sobervios que sean) están protegidos
alguien cree que con castigos y copias se va a doblegar el caracter de un niñop y incitarlo a formarse?
una escéptica del sistema educativo gracias a mis años de experiencia
Comparto lo que dices, pero en nuestra época era normal el castigo físico (una guantada, un reglazo, o un tizazo), del mismo modo que era normal que los profes fumaran en clase o que las aulas no tuvieran ventanas.
Aquí sólo expresamos nuestra história
Aedea,
que la voz más joven reinvente la educaión del futuro...
Aedea,
me ha sorprendido mucho tu comentario aunque, como mis amigos Marin y Batiste, debo decirte que la nuestra es una crónica del 70 al 74 cuando las cosas eran de un modo que lo sde tu generación ni siquiera podeis sospechar. Esto no sugiere que tu opinión no sea oportuna sino al contrario, nos dice que nosotros fuimos los que ayudamos a llegar al estadio donde os encontrais las generaciones actuales.
No ha sido gracias a nosotros pero contribuimos, soportando aquel sistema educativo, a que el actual sistema sea mas útil en cuanto a los objetivos. Muchos de nostros reconocemos que solo nos sirvió para tener una gran memoria. A vosotros os quedará decidir que quereis entregarles a las generacions futuras. Luchad por ello y contribuid a las mejoras utilizando nuestra experiencia.